¿Cuanto mas se puede estar detestando
la quietud?
caminando tanto tiempo,
las sandalias, son ya solo un recuerdo.
¿Donde estaban los mapas,
las indicaciones?
nada mas
que una flecha, aun en llamas.
y sin memoria, y un cruel
fantasea con la corona
de un rey,
allá del otro mundo,
donde el infierno
borra los recuerdos,
los presentes y los futuros
escapen mudados
en miedo.
De un rey loco para un
fin distinto, no por ello, mejor.