Alguien

Alguien lo dijo antes que yo, siempre hay alguien, siempre lo hubo y siempre lo hay.

Hay que tener en cuenta que el tiempo fluye en nuestra contra y no podemos engañarnos por engañar, si hemos de engañarnos hacerlo por vivir mejor, y de hacerlo, creernos la mentira y olvidarnos de la verdad:

"que todo tiempo pasado fue mejor por el mero hecho de ser mas joven"

Y ahora olvídate de la verdad y vive vive... y no puede ser de otra manera otro ser mejor vendrá que te sustituirá, ciclo de la vida... ciclo de la nada ¿Cuál es el fin? un recorrido sin sentido, sin final... alguien ya se lo pregunto, se lo pregunta y se lo preguntará.

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Se levantó despacio, siempre fue una persona tranquila, se retiró de la mesa dirigiéndonos a la barra del bar, sin apartar la mirada, la del tercer ojo que todos decían que tenía, del portal de enfrente. Jefe- cóbreme lo que se debe le dijo al dueño del local, este con la rapidez del rayo le pasó le cuenta, y cuando se marchaba para atender a un mocoso que se estaba dejando la paga en la máquina traga perras, el personaje le agarró del brazo, se dio la vuelta para ver que quería, y para su asombro vio un billete de 100 euros sobre la barra, Oye Jefe tengo un par de preguntas.

Una mañana perdida, en fin, al menos descubrió que el chaval estudiaba en la Facultad de económicas, aunque también averiguo que lo que se dice estudiar no mucho, la vida de estudiante que el nunca tuvo. Le empezaba a caer mal el chaval de los cojones, una mañana perdida. Y el gaznate aun seco.

Girado

Recorramos el tiempo y recordemos la arena que ha pasado en el reloj de nuestra vida. Intentemos ver el mundo girando y girando.

¡¡Que gire la vida!!

Fin de semana

Llegaba tarde, otra vez tarde, corría como un criminal fugado, esta vez me la cargo con todo el equipo-pensó, aunque bien mirado había sido un fin de semana bestial, lo había pasado como en la vida, como la vieja leyenda decía "sexo, drogas y rock´n roll". ¡Volaba muy alto el pichón! como diría su abuelo.

Un inicio

Era una habitación grande, la cama a un lado junto a la ventana, justo en frente una mesa con una televisión y libros esparcidos por el suelo, al fondo se podía ver la puerta del baño, no más de 30 metros cuadrados en total, no era el palacio real  pero tampoco necesitaba nada más, al final y al cabo solo tenía que estudiar, la vida de estudiante, una vida que el nunca tuvo.

El chaval no estaba,  no había dormido esta noche allí, que pérdida de tiempo pensó, mientras meditaba entre esperar en la habitación o marcharse, al final decidió quedarse vigilando desde un bar, situado estratégica mente frente al portal. Mientras pedía algo de comer le dio vueltas al encargo, ¿Qué habría hecho el chaval? Jackson no dio explicaciones, solo la dirección y una orden tajante "Quiero a ese chaval esta noche en la finca", y a  Jackson no se le discutía, al fin y al cabo pagaba bien.

Reflejo

"... otros se olvidan de mirar hacía el cielo, gente que solo escucha sus venas, como ríos, para llegar a las alcantarillas del alma de una ciudad muerta, reflejo de su pasión, pérdida en la cárcel del olvido, entre barrotes de pereza, cerraduras de miedos e incomprensión.

Seres ciegos con pies cansados, que ya no andan, y al final de la historia las horas perdidas serán las noches que no pudieron retenerse en la memoria.

Esa pasión que el consciente no siente, el inconsciente reclama."

Sobre preguntas

No siempre se encuentran respuestas,
a lo sumo y en ocasiones muy contadas, preguntas que nos conducen a otras preguntas que nos llevan  a caminos en donde cada paso es una pregunta y cada pregunta es silencio en tu cabeza, pero los caminos se andan aunque no sepamos las respuestas,  nuestros pies continúan impulsados por esa inercia extraña que siempre nos acompaña, la vida en si misma, quizá sea la respuesta a todas nuestras preguntas.

Quizá las respuestas las tengamos impresas en nuestro código genético, y solo nuestra soberbia nos impide verlas y aceptarlas.

¿No será que  no nos gustan esas respuestas?

Un sentimiento

En las noches más vacías, en los días más tristes siempre están ahí, las palabras dichas y que no se quieren escuchar, en cualquier lugar, siempre solo aun en compañía.

Se dijeron y nunca se olvidan, la tinta vertida y convertida en mil millones de cenizas siempre reaparecen en tu cabeza, recordándote la incapacidad de acallar los miedos y las verdades que pretendes perder, pequeños reyes de un reino ya perdido.

Y yo soñaba con dejar de soñar cada día, en esas noches en esos días, cada día.

Corriendo por calles inexistentes donde la luz es limpia y el pasado ha sido futuro, y el futuro es presente y todo es  ligero y real, mentirosos días de oro y miel, reales por la realidad de los sentimientos.

Y yo soñaba con soñar cada día con esas calles y con la ligereza en mi espalda.

Y ahora miro hacía arriba y las estrellas me parecen preciosas, alejadas y perdidas, como mi cabeza me grita en enloquecidos berridos, como quizá a mi inconsciente inconsciencia me pide y me súplica, aléjate y piérdete.

Y yo soñaba con la cara que no se ve, donde nadie y a nadie puedes ver.

Los tiempos de la esperanza se difuminan, minuto a minuto, segundo a segundo, todo parece perdido en esta parte de la cara, y yo... yo nunca he estado en la cruz.