caminante de valles, desfiladeros agrietados de dulce sal,
¿supiste ayer vivir? recitaban los gitanos en torno
a la hoguera donde se queman los recuerdos.
no supiste que decir, te paraste a beber magia,
la que nace de la mas cruel ironía, a la que se
reduce la brevedad del mundo, la convexidad
convexa de una vida declarada mortecina.
pudiste ver amaneceres, con ojos chispeantes
y una imaginación libre, alegres palabras
pedían reducir de la vida a la verdad.
despertaste dolido, en lo mas profundo,
allí donde la luz no llega, allí donde
el horror confunde: una eterna indecisión.
allí donde el miedo es el agua que supuras
por la venas, allí donde comprendes
el valor de ver una sombra.
¿supiste ayer vivir? recitaban los gitanos en torno
a la hoguera donde se queman los recuerdos.
no supiste que decir, te paraste a beber magia,
la que nace de la mas cruel ironía, a la que se
reduce la brevedad del mundo, la convexidad
convexa de una vida declarada mortecina.
pudiste ver amaneceres, con ojos chispeantes
y una imaginación libre, alegres palabras
pedían reducir de la vida a la verdad.
despertaste dolido, en lo mas profundo,
allí donde la luz no llega, allí donde
el horror confunde: una eterna indecisión.
allí donde el miedo es el agua que supuras
por la venas, allí donde comprendes
el valor de ver una sombra.