sábado, 4 de junio de 2011

demasiada luz

No quieran  saberlo todo,
el todo es inmenso, y aquel que lo diga mentirá,
solo Dios sabe lo que saber,
por así decir,

digamos que no es tanto lo que se sepa sino lo que se diga,
sean lo que crean que son, aunque yo mismo me ria de ustedes
y quizá ustedes se rían de mí,
en este caso tendrá razón aquel que nada diga o que nada oiga,
aquel que nada quiera y nada le importe,
y quizá entonces alguien llore y alguien ria,
mis lagrimas en el cielo secuestras,
mis risas en el infierno sacrificadas,
yo, con mi vida enterrada.